En el sector de la arquitectura está de moda aprovechar las azoteas de los edificios para crear espacios verdes, conocidos bajo el nombre de azoteas ecológicas. ¿Sabías que este tipo de construcciones ya eran típicas en los pueblos vikingos? Los utilizaban como termostato natural.

A continuación, te explicamos los beneficios de plantar un jardín en la azotea de los edificios:

Reducen la contaminación ambiental. Las plantas absorben el dióxido de carbono (CO2) que hay en el aire.
Regulan la temperatura. No dejan pasar tanto calor ni tanto frío como el hormigón de la azotea.
Disminuyen el consumo energético. Debido a la regulación térmica, no es necesario dar tanta potencia a los climatizadores.
Protegen el edificio. Al no estar directamente expuesta al sol, la lluvia y otros fenómenos atmosféricos, la azotea se conserva mejor.
Combaten el ruido. Se ha demostrado que los jardines de los tejados son un gran aislante acústico.

Estos son algunos ejemplos de jardines instalados en las azoteas de grandes edificios:

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Edificio Geno Haus en Stuttgart
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Museo Historial de la Vendée en Francia
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City Hall en Chicago
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Fukuoka Prefectural International Hall en Japón

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